neuromarketing

El neuromarketing utiliza la investigación del cerebro para desvelar el proceso de toma de decisiones subconsciente de los consumidores y así, comprender cómo se sienten, piensan y actúan.

¿Por qué los consumidores compran lo que compran? ¿Cuánto están dispuestos a pagar? ¿Por qué algunas marcas enganchan más que otras? ¿Qué anuncio es más efectivo? ¿Qué sienten los clientes en tu punto de venta?

¿Quieres entender qué es lo que impulsa el comportamiento de tus clientes?

Entonces necesitas algo más que las herramientas tradicionales que asumen que los consumidores actúan de una forma racional y consciente.

En realidad, la mayoría de nuestras decisiones de compra ocurren en la mente subconsciente, esto quiere decir que los consumidores no eligen de forma racional y ahí es donde entra en juego el neuromarketing.

¿Sabías que es más probable que la gente elija un plato saludable si se sitúa en el lado izquierdo del menú y las opciones menos saludables en el lado derecho? ¿O que los grandes espacios abiertos en las tiendas de lujo se asocian con un alto estatus social? ¿O que eliminar el signo de Euro o Dólar después del precio genera más ventas?

En este artículo te mostramos algunos descubrimientos de la neurociencia muy interesantes para su utilización en el comercio minorista y te explicamos cómo aplicarlos en tu negocio.

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¿Qué es el neuromarketing?

El neuromarketing es la aplicación de la neurociencia al marketing, utilizando tecnologías de medición de la actividad del cerebro para estudiar la respuesta de un sujeto a productos específicos, empaques, precios, publicidad y otros elementos de marketing.

En muchas ocasiones, las respuestas cerebrales medidas mediante estas técnicas no son percibidas conscientemente por el individuo, por lo que esta información puede ser más reveladora que la resultante de métodos tradicionales como encuestas, grupos focales, etc.

Aunque las investigaciones están reservadas a las grandes empresas capaces de subvencionar unos costes muy elevados, los resultados de estos estudios, realizados a través de tecnologías médicas como la resonancia magnética funcional (IRMf), tecnología EEG (electroencefalografía), seguimiento ocular, frecuencia cardiaca, expresiones faciales o respuestas de la piel, pueden incorporarse en las estrategias de marketing de cualquier negocio.

El marketing se enfoca en crear un impacto positivo y memorable en la mente de los consumidores y el neuromarketing mide esos impactos.

Cualquier negocio de cualquier tamaño puede aprovechar los descubrimientos básicos para ajustar su producto o servicio a las necesidades subconscientes del consumidor.

El olor a pan recién horneado, un lenguaje evocador, una canción pegadiza…

Seguro que has oído hablar de El Desafío Pepsi. 

En 1975 Pepsi lanza una campaña que consistía en dar a probar a ciegas al público de centros comerciales un vaso de Pepsi y uno de Coca Cola, para elegir el preferido.

Pepsi ganó el desafío, más de la mitad del público eligió Pepsi.

En 2003 el neurocientífico Read Montague se preguntó por qué si la gente prefiere Pepsi, es Coca Cola quien domina el mercado.

Conectando los sujetos de prueba a una máquina de resonancia magnética se comprobó que en una cata a ciegas algo más de la mitad de los participantes preferían Pepsi, sin embargo, cuando las marcas fueron visibles, las preferencias cambiaron a tres a uno a favor de Coca Cola.

Concluyendo que, los pensamientos y emociones relacionados con la marca influyen en la percepción de la calidad del producto.

Antes de que la mente consciente se dé cuenta de un estímulo, la mente subconsciente ya ha comenzado a procesarlo y responder, todo en el transcurso de un segundo.

El neuromarketing se centra en ese segundo, cuando la respuesta se forma por primera vez.

Al utilizar los estudios de neuromarketing, podrás crear un marketing más inteligente que aumentará la eficacia de tus esfuerzos.

El objetivo es entender cómo funciona realmente el cerebro de tus clientes y qué efectos tendrán tus acciones sobre ellos, para que tus ideas obtengan mejores resultados.

La mejor manera de obtener mejores resultados con menos dinero es conocer las tácticas de marketing a las que nuestro cerebro responde inconscientemente.

El neuromarketing estudia cómo funciona la mente humana y los resultados de estos estudios ayudan a las empresas a persuadir a sus clientes.

No se trata de intentar manipular al comprador sino de hacer que su experiencia de compra sea más placentera y adecuada a sus deseos inconscientes, lo que revertirá en un aumento de ventas e ingresos.

Al aplicar los principios basados de la neurociencia podrás crear mensajes que conecten mejor con tu público objetivo.

Usando la neurociencia para transformar el comercio minorista.

La neurociencia desmiente suposiciones anteriores, como el viejo pensamiento de que tomamos nuestras decisiones de forma racional.

El escaneo de los consumidores durante el proceso de toma de decisiones cuenta otra historia, una falta de actividad cerebral durante la mayoría de las decisiones indica que el cerebro no tomó la decisión conscientemente.

En cambio, la investigación reveló que el sistema límbico, la parte del cerebro responsable de las emociones y la memoria, toma entre el 70 y el 80 por ciento de las decisiones.

Se trata de una simple cuestión de ahorro de energía.

La toma de decisiones consciente requiere más energía que la inconsciente, por lo que, como mecanismo de supervivencia, nuestros cerebros utilizan el sistema límbico para reducir la carga de trabajo.

La lealtad a la marca supone un ejemplo de este proceso.

Entrar en un nuevo entorno minorista puede desencadenar la liberación de adrenalina y la hormona del estrés, cortisol, esencialmente un reflejo de lucha o huida.

Sin embargo, la interacción con una marca familiar y confiable puede reducir el estrés en el cerebro, al hacer que la decisión de compra sea automática.

Incluso, un entorno de confianza puede desencadenar neurotransmisores calmantes como la dopamina y la oxitocina, de ahí la tendencia a comprar siempre los mismos productos y en las mismas tiendas.

Muchas marcas invierten en actividades sensoriales como el aroma o la música para ayudar a crear recuerdos emocionales en los clientes.

Atraer a los compradores emocionalmente llevará a las compras en todas las plataformas.

 

 

La amígdala es una parte del cerebro que controla las respuestas emocionales de los humanos a los estímulos a los que nos exponemos.

Juega un papel fundamental en la respuesta de “lucha o huida” y se activa cuando una persona tiene que decidir comprar o irse, ante una variedad de productos o anuncios.

El incipiente campo del neuromarketing puede ayudar a los comerciantes a tener éxito en sus acciones de marketing, al identificar lo que atrae el interés a un sitio web, a una tienda física, a un producto o una campaña de publicidad.

A lo largo de los siglos, el Homo Sapiens ha conservado el instinto de sobrevivir.

En su manifestación primitiva suponía sobrevivir a circunstancias físicas peligrosas como podían ser los animales depredadores.

Actualmente, se puede ver una forma más sofisticada de supervivencia que podría ser sobrevivir financiera o socialmente.

La investigación psicológica muestra que los humanos somos egocéntricos en cuanto a la supervivencia y sentimos aversión al riesgo.

Antes de comprar un producto o servicio, un consumidor inconscientemente considerará en qué le beneficia.

Las pequeñas empresas no tienen los mismos recursos financieros que las grandes corporaciones pero pueden utilizar los conocimientos de neuromarketing en sus iniciativas.

Con un coste muy bajo, este conocimiento puede utilizarse, por ejemplo, para mejorar la redacción de los anuncios, los argumentos de venta, la presentación del producto o la creación de una atmósfera emocional en la tienda, lo que ayuda a captar la atención y el interés del consumidor y aumentar su potencial de compra.

En muchos negocios pequeños las decisiones comerciales se toman en base a la intuición y a los datos recopilados de manera informal pero se puede ir un paso más allá, si entendemos la psicología del comprador.

La habilidad de leer al cliente para descubrir lo que realmente quiere, haciendo las preguntas correctas y entendiendo cómo toma sus decisiones, es muy importante para el éxito de un pequeño negocio.

¿Te imaginas qué pasaría si pudieses entender cómo toman decisiones tus clientes y el papel que desempeña el cerebro en este proceso? ¿La reacción natural que tenemos a ciertos estímulos y cómo aplicar este conocimiento a tus actividades de marketing?

La aplicación del neuromarketing al Retail.

El neuromarketing puede ser aprovechado como una vía de diferenciación que no requiere grandes inversiones para el comercio tradicional.

¿Cómo aprovecharlo para que los consumidores elijan a los pequeños negocios y compren más en el comercio local?

La clave está en entender la conducta del consumidor y aplicar ese conocimiento al punto de venta físico, a la web o a las redes sociales, por ejemplo.

Desde mejorar los flujos de tráfico del establecimiento hasta ordenar los productos visualmente por colores, formatos o usos.

Veamos algunos elementos del neuromarketing muy prácticos para la venta minorista.

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Activar todos los sentidos.

Apela a tantos sentidos como sea posible. Los olores, la música, la decoración, la iluminación, el tacto, el gusto… El marketing sensorial puede ser utilizado muy eficazmente en el punto de venta.

No pienses en la tienda como un lugar para comprar, sino como un lugar para disfrutar de una experiencia.

Sobre todo, una experiencia sensorial, ya que el ser humano interactúa y percibe el mundo a través de los cinco sentidos.

El reto es ser cada vez más hábiles y capaces de involucrar al cliente en el espacio físico, a través de la estimulación sensorial, para que vivan una experiencia agradable.

Una marca es la sensación que crea en la mente del cliente.

Cuando se trata de sentimiento contra precio, el sentimiento gana, por eso la experiencia emocional dentro de la tienda es decisiva.

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El precio de referencia.

Utilizar algunos productos caros intercalados con otros de menor coste, que cumplan la misma función, mejora la percepción del consumidor.

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Los pequeños detalles como una tipografía sencilla o más compleja, pueden ser utilizados según tus objetivos.

Por ejemplo, en los carteles es más conveniente utilizar letras limpias para que el cliente los lea rápidamente pero si quieres que algo se recuerde o se perciba como más elaborado, una tipografía compleja te ayudará a conseguirlo, por ejemplo, en la carta de postres de un restaurante.

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Facilitar la toma de decisiones con datos o cierta validación social, convencerá al comprador de que su decisión de compra es correcta.

La mejor manera de llegar al consumidor es involucrar tanto las partes racionales como las emocionales del cerebro.

Aunque, como hemos visto, las decisiones tienen una gran influencia emocional, en realidad, eso no nos gusta demasiado por lo que hacemos un trabajo de racionalización posterior que justifica nuestras elecciones inconscientes.

Por tanto, resulta efectivo apelar al sistema límbico, mientras se permite mantener cierta racionalidad detrás de la decisión de compra.

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Utilizar la búsqueda de placer y la evitación del dolor como elementos clave de toda decisión de compra.

Por ejemplo, el sentimiento de urgencia y escasez empuja a la gente a la acción… Oferta válida solo esta semana o últimas unidades.

Enfócate en aliviar el dolor más que enfatizar el placer. Cuando los clientes miran productos o servicios, analizan mucho más la prevención del dolor que la búsqueda del placer, piensa en ello cuando hables con tus clientes de tus productos o servicios.

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Añade alegría y diversión al proceso de compra, esto aumenta el valor percibido del establecimiento y hace que lo relacionemos con algo gratificante que queremos repetir.

Cuanto más agradable y memorable sea la experiencia que creamos para nuestros clientes, más asociarán esta experiencia con la marca, nuestros productos y nuestra tienda, lo que hará que regresen y nos recomienden a otros clientes.

Los estudios demuestran que la mayoría de las decisiones de compra se producen en el punto de venta y que, en general, la gente está dispuesta a revisar su presupuesto inicial y comprar más.

Así que, está bastante claro que las sensaciones del cliente en el punto de venta tienen un impacto decisivo en las compras.

Un impacto que afecta a los KPI de la tienda y a su posicionamiento como marca.

La atención a los detalles aumenta el valor percibido del producto y la disposición del cliente a gastar.

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Las investigaciones confirman que el principio y el final de una experiencia es determinante en la percepción de la misma.

La impresión inicial condiciona la forma en la que percibimos la experiencia, por tanto, la bienvenida al establecimiento es un momento importante.

Del mismo modo, la experiencia más reciente deja una impresión más duradera, así que la despedida de un cliente también es fundamental en la experiencia de compra.

Dirige las respuestas emocionales del cliente. La conexión emocional con el cliente, a través de la sonrisa o de los pequeños detalles, orientan sus respuestas emocionales.

La mayoría de los clientes solo recuerdan tres cosas dos días después de su experiencia en la tienda… ¿Qué tres cosas quieres que recuerden?

El neuromarketing no es una opción arriesgada para las pequeñas empresas. Al utilizar la investigación que ya ha sido documentada puedes ahorrarte la mayoría de los costos.

Además, si utilizas técnicas como las pruebas A/B, limitarás cualquier riesgo al tiempo que maximizas los beneficios.

Si buscas nuevas formas de atraer clientes y brindarles una experiencia de compra más placentera, merece la pena probarlo.

Neuromarketing en el punto de venta.

¿Te ha pasado alguna vez entrar en una tienda a por un artículo concreto y salir con una bolsa llena de compras? o ¿Ver una tienda y sentir una atracción mágica que te empuja a entrar y comprar 10 cosas que nunca pensaste que necesitarías?

O al revés… ¿Buscas un poco de terapia minorista y no te apetece nada de lo que ves, nada te resulta inspirador?

La suma del neuromarketing y el comercio minorista ofrece la oportunidad de comprender mejor los mecanismos subconscientes implicados en las compras, que determinan si participamos en una determinada experiencia minorista o no y por qué.

¿Cómo viven los clientes la experiencia de la tienda o de algunas de sus partes?

¿Está la estantería dispuesta lógicamente?

¿El packaging llama la atención?

La investigación en neuromarketing ayuda a capturar los momentos específicos del proceso de elección del consumidor.

Vamos a verlo con un ejemplo.

Imagina un supermercado que no obtiene buenos resultados en la sección de vinos.

Para mejorar las ventas decide realizar un estudio.

El resultado es que los clientes no entienden el arreglo de la estantería y no pueden encontrar lo que buscan.

¿Cómo se resuelve esto?

Para optimizar la estantería es esencial conocer los patrones básicos de la mirada del cliente.

Las personas tienden a buscar la estantería adecuada identificando un producto prototipo. En este caso buscan una botella.

Después, se inicia un escaneo horizontal para buscar la categoría de producto correcta, en este caso los vinos.

Una vez encontrado, se inicia una búsqueda vertical para localizar su vino blanco favorito.

Si este proceso no resulta fluido y los clientes experimentan problemas en algún momento de este proceso, sufrirán estrés.

Para evitarlo, se podría añadir una estructura visual basada en el color o en iconos para diferenciar los tipos de vino en la estantería, por ejemplo, blancos, rosados y tintos.

Según las investigaciones, procesamos mucho más rápido las imágenes que los textos, de ahí el hecho de utilizar colores o iconos.

Cuando la disposición de los productos es menos exigente para el cerebro, la carga de trabajo disminuye y la motivación para comprar aumenta.

Cinco formas en que la investigación en neuromarketing está cambiando las tiendas.

¿Qué han aprendido las grandes tiendas al aplicar técnicas de neuromarketing en el punto de venta?

Diseño y comportamiento del consumidor.

El cerebro prefiere la novedad, las texturas naturales, la iluminación más suave y los estímulos visuales.

El diseño de la tienda y los escaparates debe orientarse hacia lo inesperado, en lugar de lo familiar que resulta aburrido, motivando al comprador a investigar y descubrir.

Sin embargo, el neuromarketing también indica que los consumidores muestran una enorme lealtad a sus marcas favoritas.

De hecho, entrar en una tienda y encontrar marcas desconocidas de inmediato, puede desencadenar la liberación de hormonas del estrés involucradas en la respuesta de lucha o huida.

Colocar visibles las marcas conocidas junto con marcas menos populares dentro de la tienda, puede facilitar la transición de lo conocido a lo desconocido.

Los colores.

Starbucks no eligió arbitrariamente el blanco, el marrón y el verde.

Confiaron en el neuromarketing para probar las preferencias de color entre sus consumidores principales y encontraron colores específicos que atraían a personas de mentalidad abierta y aprecio por la naturaleza y la armonía.

Al establecer de inmediato una conexión emocional con los productos se alienta al consumidor a comprar.

Los consumidores comprarán productos accesibles.

Las compras impulsivas anulan las compras por comparación.

Los estudios han descubierto que la tentación de comprar algo se maximiza cuando los productos se colocan estratégicamente cerca de los consumidores y se pueden recoger con el menor esfuerzo posible.

Según los neurocientíficos, el cerebro impulsa a comprar productos pequeños y accesibles debido a una necesidad instintiva de almacenar y porque comprar es placentero.

Se puede ver en qué puntos el cliente puede realizar cómodamente su compra y dónde el cerebro tiene que lidiar con algún obstáculo, como encontrar el artículo o sopesar las opciones, lo que reduce la probabilidad de comprar.

Seguridad, sin estrés, orden, facilidad y comodidad son las claves de este tipo de compra.

Por otro lado, las compras experienciales buscan, además, un fuerte énfasis en el estilo de vida, el placer y la experiencia.

Al mismo tiempo, cuando se trata de productos con una función social altamente diferenciada como la moda, los automóviles o los muebles, el comprador puede buscar estatus y exclusividad.

Un ambiente exclusivo, productos de calidad y, lo más importante, un servicio personalizado, son las claves en este tipo de compras.

En todo caso, es necesario relacionar el escenario emocional del punto de venta con el mercado objetivo al que se dirige el comercio para construir una oferta relevante que atraerá a los clientes correctos y creará relaciones rentables y duraderas.

Es más probable que recordemos una experiencia que se conecta con la emoción.

Las historias evocan emociones y crean imágenes visuales que activan nuestro cerebro como si las estuviésemos viviendo… ¿Qué historia cuenta tu tienda?

Tendemos a recordar fotogramas sensoriales breves como imágenes, aromas o música, ahí es donde la narración se vuelve vital para la venta.

Los entornos de hoy en día deben tener un factor social. 

La mayoría de la gente tiene un dispositivo móvil en su bolso, por lo que siempre está conectado… ¿Cómo crea tu tienda una conexión social?

Para las empresas, esta nueva comprensión de la toma de decisiones basada en la emoción, cambia el juego y tiene un gran impacto en la forma en que se empaquetan los productos, se exhiben y se comercializan, así como en los mensajes de marketing.

Incluso la segmentación del público puede orientarse por tipos de respuesta emocional.

El neuromarketing tiene un impacto importante no solo en el aumento de las ventas sino que es capaz de crear una experiencia mutuamente beneficiosa para las empresas y los consumidores.

Al examinar el viaje del cliente desde la perspectiva del comprador podemos preguntarnos… ¿Qué motivos y necesidades llevan a nuestros clientes a comprar aquí y cómo podemos cumplir o superar sus expectativas?

No se trata solo de hacer las cosas bonitas y coloridas, cuando vas a una tienda de descuento no esperas exhibiciones artísticas o una gran complejidad en los productos.

Se trata de responder a las expectativas del cliente en un nivel emocional que disminuye el estrés.

Primero, hay que pensar en las necesidades y expectativas del cliente, luego, en qué productos o servicios se pueden ofrecer.

Es necesario innovar, pero la innovación no tiene sentido sin el comprador.

Coloca al comprador en lo más alto de tus prioridades y pregúntate… ¿Cómo puedo hacer que el proceso de compra sea más cómodo y conveniente para el comprador?

El neuromarketing ofrece nuevas herramientas para crear valor y hacer que el cliente se sienta más cómodo.

Neuromarketing en el Comercio Electrónico.

Internet ha revolucionado muchas cosas. Sin interferir en las acciones del visitante en la web, es posible saber dónde hace clic, cuánto tiempo permanece en una página o hasta dónde hace scroll. También podríamos publicar dos versiones de la misma página y ver cuál genera más conversiones.

En definitiva, Internet ha hecho que el proceso de compra sea medible y, por tanto, optimizable. Una gran ventaja para el comercio en línea.

¿Cómo ayudan los principios de neuromarketing a la persuasión en línea?

El neuromarketing nos permite sacar muchas conclusiones sobre el comportamiento de las personas.

El cerebro tiene tendencia a percibir la información a través de su propio filtro de experiencias y preferencias.

A esto se le llama sesgo cognitivo, la combinación de todos nuestros prejuicios y estereotipos, lo que nos impide mirar las cosas objetivamente y lo que hace tan difícil aceptar las emociones de los demás.

Veamos algunos ejemplos que pueden ayudarte en tu sitio web.

Efecto anclaje.

Es la tendencia humana común a confiar en la primera información obtenida al tomar decisiones.

Su aplicación práctica está muy extendida en el comercio electrónico, por ejemplo, al indicar el precio original tachado al lado del precio con descuento.

Los clientes potenciales tienen que ver el precio original para comprender la valía del trato pero, de una forma más sutil, el precio más alto servirá de referencia para todos los demás precios que el cliente ve.

Efecto de encuadre.

Implica sacar conclusiones diferentes de la misma información, dependiendo de cómo se presente esa información.

No es lo mismo decir, este medicamento tiene un 90% de efectividad que este medicamento tiene un 10% de fracaso… ¿Ves la diferencia?

Es más fácil que alguien haga algo si se describen los riesgos de no hacerlo que si se describen las ventajas de hacerlo.

Efecto halo.

Nuestra impresión general de una persona influye en lo que pensamos acerca de su carácter.

Pensemos en Brad Pitt, es un hombre guapo, buen actor y con carisma pero eso no quiere decir que sea perfecto en todos los aspectos de su vida.

Esta idea se aplica muy claramente a los sitios web, las tiendas electrónicas bien diseñadas generan más confianza y pueden cobrar precios más altos. 

Hasta que no entiendas porqué tu audiencia reacciona a los diferentes elementos de tu sitio web de una manera determinada, no podrás influir en sus decisiones de compra.

La optimización del sitio web se realiza mediante pruebas A/B cuando el tráfico de visitantes lo permite y también se pueden usar herramientas como los mapas de calor, por ejemplo, para descubrir las zonas que generan más atención.

Probar cambios en el sitio web es una forma rápida y rentable de descubrir lo que mejor funciona.

Prueba ideas y combinaciones de frases como “Aprovecha esta oferta” frente a “No te pierdas esta oferta”.

No cambies demasiadas cosas a la vez o no podrás rastrear qué cambios funcionaron.

Introduce filtros para reducir una enorme cantidad de opciones que pueden generar ansiedad en el cliente, también debes incluir un buscador que permita localizar los productos deseados rápidamente.

Cómo utilizar el neuromarketing en las Redes Sociales.

La alianza entre el neuromarketing y las redes sociales es poderosa.

El neuromarketing estudia la respuesta del cerebro humano a los estímulos de marketing, mientras las métricas de las redes sociales proporcionan información casi inmediata de cómo un cliente potencial se relaciona con el contenido.

Al combinar esta información podemos crear campañas de medios sociales mucho más efectivas.

Ocho consejos de neuromarketing para redes sociales.

Primero Yo.

Nuestro cerebro de reptiles, encargado de la supervivencia, se preocupa poco por cualquier cosa que no sea él mismo.

Cualquier publicación en Twitter, Facebook o Instagram debe apoyar esta misión de autoconservación, proporcionando información útil para la “supervivencia” en el contexto actual; estar más atractivo, más sano, ser más inteligente, prosperar en el trabajo, desarrollar habilidades o simplemente reírse o entretenerse.

Detener el dolor.

La respuesta del cerebro es tres veces más fuerte cuando se trata de evitar el dolor que cuando busca placer.

Los mensajes dirigidos a evitar el dolor tienen un efecto directo en la región del cerebro responsable de la toma de decisiones.

Evita lo abstracto.

Nuestro instinto de supervivencia se relaciona con lo tangible.

Si deseas involucrar a tu público, habla de la forma más específica posible, cómo tu producto o servicio mejora la salud o la belleza o resuelve un problema.

Recompensas.

Recompensar a los clientes es una excelente manera de hacer que vuelvan.

Las recompensas retrasadas como los puntos canjeables en la próxima compra funcionan muy bien pero el poder de las recompensas a largo plazo resulta aún más efectivo cuando se combinan con otras a corto plazo.

A menudo, detalles tan sutiles como una información valiosa, una idea inspiradora, una felicitación por la elección de un producto o un regalo si haces el pedido hoy, son muy valorados por los clientes.

Hazlo simple.

Los seres humanos hacemos todo lo posible para alejarnos de lo desconocido y mantenernos en nuestra zona de confort.

Si tu mensaje utiliza términos desconocidos, lo evitarán. Utiliza metáforas o ejemplos para convertir conceptos complicados en ideas simples.

Contrastes y anomalías.

Nuestro cerebro está entrenado para notar lo diferente. Construye algo inusual y captarás la atención.

Visual.

Los seres humanos estamos programados para los estímulos visuales. Tu cerebro está entrenado para hacerte saltar si ves una serpiente pero no para saltar cuando alguien habla de serpientes.

Los estímulos visuales se procesan mucho más rápido que cualquier otro y a nuestro cerebro le encantan las imágenes, especialmente cuando están en movimiento.

Activan nuestras neuronas espejo, que a la vez activan partes de nuestro cerebro que nos convencen de que lo que estamos viendo es real, al menos subconscientemente.

Sé lo más visual posible, incluso cuando hablas o escribes puedes utilizar palabras que dibujen una imagen. Las imágenes nos conmueven incluso si están en nuestra imaginación.

Emociones.

Piensa en tu anuncio de televisión favorito, ¿qué despierta en ti?

Cuanto más emocional hagas algo, más cerca se sentirá tu público de ti.

La diferencia entre las redes sociales y la vida real es que, en las redes, la gente tiene la oportunidad de iluminarse a sí misma y a sus vidas, surgiendo las comparaciones y los deseos de una vida mejor o al menos diferente.

Las neuronas espejo, responsables de nuestra supervivencia y de que el bostezo sea tan contagioso, nos llevan a seguir a las personas que son similares a nosotros, hablan como nosotros y tienen ideas afines.

Seguimos a las personas o marcas que hacen realidad lo que queremos ser, hacer o tener.

Las redes sociales crean modelos a seguir con respecto a nuestra forma de consumir.

No es difícil crear contenido social, lo difícil es asegurarse de que sea estratégico, el truco es que resulte convincente y el neuromarketing ayuda a involucrar a las personas.

Es difícil imaginar los límites del neuromarketing en el futuro, a medida que los investigadores aprenden más de la psique humana en relación al consumo.

Pero no olvides que aunque todos estos consejos suponen herramientas útiles y valiosas que puedes implementar en tu negocio, no todos los métodos son útiles en todos los contextos, la clave es saber cuándo usar cada técnica.